Es muy peligroso someterse a una cirugía cuando tiene algún tipo de infección activa (a menudo indicada por fiebre alta) debido al mayor riesgo de infecciones del sitio quirúrgico.
Las infecciones del sitio quirúrgico son la principal causa de muerte relacionada con la cirugía y pueden ser causadas incluso por organismos relativamente benignos; por ejemplo, existen muchos tipos de hongos y bacterias que colonizan naturalmente a los humanos, que pueden residir en la piel, el cabello o incluso en la nariz o la boca sin ningún efecto negativo … pero si se introducen en otra parte del cuerpo (como debajo de la piel, dentro del tejido muscular o en el torrente sanguíneo) tienen el potencial de volverse muy peligrosas, incluso fatales .
Una fiebre puede indicar una infección activa de un organismo patógeno que se replica más rápido de lo que el sistema inmune del cuerpo puede destruirlo. Tener un mayor número de organismos patógenos presentes aumentará las posibilidades de desarrollar una infección del sitio quirúrgico, y un sistema inmune que ya está siendo gravado luchando contra una infección existente, será menos capaz de resistir el desarrollo de nuevas infecciones. La capacidad del cuerpo para recuperarse y sanar después del estrés físico de la cirugía también se verá comprometida si el paciente no está en la mejor salud posible en el momento de la cirugía.
Hay algunas circunstancias muy específicas, que la cirugía se puede realizar en un paciente que tiene fiebre alta, pero dependerá de saber la causa real de la fiebre (qué es la infección / patógeno); la condición física general del paciente (y qué tan bien está funcionando su sistema inmune); y también el tipo exacto de cirugía que se considera (ejemplo: casos en los que el riesgo de infección del sitio quirúrgico es en realidad menos peligroso que dejar la afección sin tratar, como la apendicitis aguda con riesgo de ruptura del apéndice).
