Aunque la selección natural ha permitido a los seres humanos evolucionar hacia criaturas avanzadas y reflexivas, muy alejadas de nuestros parientes de primates, también es la causa de muchas dolencias comunes, incluidos los pies planos.
A medida que evolucionaron nuestros ancestros prehumanos, muchos de estos homínidos, como se les llama, comenzaron a caminar sobre dos pies en lugar de cuatro. Esto liberó sus manos para hacer herramientas, cazar y cargar a sus crías. Pero esas ventajas tuvieron un precio. Caminar en posición vertical crea nuevas tensiones en las piernas, los pies y la espalda. Los pies planos, los esguinces de tobillos y los discos deslizados se remontan a dos pies, no cuatro.
Existe la teoría de que muchos humanos han conservado algunos elementos de las características del pie de nuestros antepasados evolutivos (rasgos atávicos). Estos rasgos pueden conducir a condiciones como los pies planos y los juanetes que alteran la forma en que el pie absorbe la fuerza cuando caminamos.
