La vagina y el ano no son solo ‘piel’. Son estructuras musculares complejas y elásticas. Los músculos pueden sobreestirarse hasta el punto en que no “retroceden” a su estado anterior. Pueden romperse o cortarse en la medida en que no puedan, sin intervención quirúrgica, alcanzar su tensión y elasticidad previas.
Dicho esto, la mayoría de los anos y las vaginas no se estiran demasiado con el uso normal, incluso a través de la actividad sexual y reproductiva. A veces lo son, incluidos los anos de los hombres.