La timpanoplastia implica el injerto del tímpano dañado en el que el injerto cosechado se fija con la ayuda de esponjas biocompatibles (espuma de gel) que actúan como adhesivos.
Así que no hay ningún tipo de cosa tonta. En un mes, es más probable que el injerto se fije en el área afectada.
Aún así, es aconsejable evitar el trabajo o los ejercicios con esfuerzo que aumenten la presión nasal posterior. Ejemplo: levantamiento de pesas, buceo, vuelo, etc.