La respuesta rápida es que tus ojos no cambian, pero la forma en que vemos tus ojos sí.
Esto es lo que está pasando.
Cuando vemos algo, realmente estamos viendo luz que proviene de alguna fuente (una lámpara, el sol, etc.) y luego rebota en un objeto y en nuestros propios ojos.
El ángulo desde el que observamos un objeto puede cambiar el color aparente de un objeto. Tome una fotografía brillante o una revista y mire desde varios ángulos. La imagen no cambia, pero la forma en que lo vemos funciona. También lo hace la fuente de luz. Mira el océano en diferentes días y desde diferentes ángulos (en la playa, desde el muelle, desde las colinas) y verás un efecto similar.
Cuando diferentes cantidades y tipos de luz (fluorescente, solar, etc.) golpean sus ojos desde diferentes ángulos, o miramos sus ojos desde diferentes ángulos, parecerán ser de diferentes colores. Cuando su pupila (el orificio en el medio de su ojo) está más dilatada (abierta) o contraída (cerrada), el color también cambiará. Imagine que estira un globo; el color se aclarará a medida que el material se estira. La dilatación o constricción de su pupila también cambiará los ángulos de luz.
Puede parecer que sus ojos cambian más que los ojos de sus amigos si tiene diferentes pigmentos (colores) en su iris (la parte coloreada de su ojo).