Hay algunas cosas en la célula que podemos sintetizar técnicamente, pero a veces es mucho más eficiente en tiempo y energía para que un organismo vivo lo haga. Por ejemplo, podemos sintetizar péptidos y, en teoría, una proteína completa, pero a menudo cuando utilizamos proteínas in vitro, utilizamos bacterias, insectos o células de mamíferos para fabricar la proteína para nosotros. Esto se debe a que un organismo vivo no solo es mejor en la síntesis real, sino que también permite el correcto plegamiento de la proteína y las modificaciones postraduccionales que se requieren para las funciones adecuadas.
Del mismo modo, todavía no dominamos cómo sintetizar orgánulos celulares (es decir, ER, Golgi, mitocondrias, etc.).
Dicho esto, se está progresando en los orgánulos sintéticos. Por ejemplo, se está trabajando mucho para impulsar la compartimentación de proteínas en bacterias que son importantes en las vías de biorremediación. Ya en 2008/2009, Linhardt Lab (Robert J. Linhardt) publicó el desarrollo de Golgi artificial, pero no sé cómo se ha extendido su uso o si el laboratorio ha tratado de desarrollar otros orgánulos.