¿Cómo es mantenerse alejado del fútbol después de una lesión de ligamentos?

Hice mucho más que daño de ligamentos: era una portera muy competitiva y moderadamente talentosa, efectiva, pero parecía una oso preñada en patines. Junto a una gruesa fila de dedos rotos, todo tipo de costuras, heridas en la cabeza, hombro, codo, bla, bla, bla, me volé la rodilla, me recuperé y luego la arranqué por completo, de popa a proa. Pude haber intentado regresar de eso, pero fue a principios de los 90, y había ido mucho más allá de donde mi talento debería haberme llevado a las limitadas posibilidades de la era … ‘carrera’ hecha.
Ahora estoy en mis 40 años, con varios jugadores de fútbol propios. Tardé algunos años en volver al amor por el deporte, pero lo hice, como fanático, y me he esforzado por criar a mis hijos con un amor general al deporte y a la actividad, respeto por la competencia y afición por los deportes. footy. Ocasionalmente, sigo dando patadas, aunque me abstengo de los niveles de juego “a toda costa” que me impulsaron en mi juventud.
Y de vez en cuando, un sueño glorioso, un recuerdo, un olor se cuelan, y con una sonrisa voy a engrasar las viejas botas, un momento feliz.

Estoy en la misma situación. Actualmente en rehabilitación posoperatoria. De hecho, es muy difícil mantenerse alejado del fútbol (sí, es fútbol, ​​no fútbol). Encontré esto en alguna parte, lo cual fue motivador:

Aquí está lo de las lágrimas de ACL. No son solo otra lesión. Ellos son los Godzilla de las heridas. Son dolorosos más allá de la tolerancia, toman eones para la rehabilitación, y siempre dejan una duda persistente en la mente del futbolista de que él estará siempre completo otra vez. Una lágrima de ACL prueba el temple de uno. Una rotura de ACL va al corazón mismo de la resiliencia y la fortaleza mental. Una rotura de LCA es el estándar contra el cual el propio atleta mide su determinación.

“La hora más oscura es justo antes del amanecer”. Saldrás más fuerte. ¡Buena suerte con tu recuperación!