¿Por qué?
Porque; al igual que no puedes imaginar estar en una relación polígamo, no puedo imaginar no estar en uno. Lo elijo porque es lo que se siente bien, cómodo para mí. Es lo que me hace feliz, y no lo cambiaría por nada. Así que supongo que la respuesta es esta:
Las personas que voluntariamente son polígamas a menudo eligen las relaciones polígamas por la misma razón por la que eligen las monógamas. Se siente cómodo y nos hace felices.