Antes del advenimiento de los microscopios electrónicos, la inmunohistoquímica y las pruebas genéticas, los microscopios eran el único método para diagnosticar el cáncer a partir de muestras de tejidos biopsiados.
Se cometieron errores, particularmente cuando algunas infecciones bacterianas se asemejaban al cáncer (p. Ej., Tuberculosis), pero un patólogo experimentado rara vez se equivocaría.
Ciertamente, en medicina veterinaria, el examen de las muestras de tejido es el método común para diagnosticar y caracterizar el cáncer.
Pero en medicina humana, donde el valor de la vida y las pruebas de genes precisas son más importantes, la histopatología básica todavía se usa, pero solo como un primer paso para un diagnóstico preciso.