La vida de un estudiante de medicina es diferente de la de un médico en ejercicio.
Un estudiante de medicina está enterrado en sus libros. Las clases magistrales y las sesiones prácticas ocupan la mayor parte de su tiempo y el resto de su tiempo lo ocupa el auto estudio. Estudiar es lo único que les importa y, por supuesto, aprobar los exámenes.
Un médico en ejercicio utiliza la mayor parte de su tiempo en consultar a pacientes o cirugías, según su especialidad. También depende de dónde está trabajando el médico y cuál es su publicación allí. En función de estos factores, uno puede saber cuán ocupados están todos los días.
Ambos son un trabajo difícil y ambos requieren dedicación.