Esta es probablemente la pregunta más común que recibo de los nuevos padres. Una de las funciones de la nariz humana es filtrar el aire para evitar que el polvo y otros contaminantes entren en los pulmones. Estas partículas atrapadas, mezcladas con secreciones nasales normales, forman lo que se conoce en medicina como “boogers”. Como los bebés no pueden quitarse ellos solos y dado que el diámetro de su nariz es mucho más pequeño que el de un adulto, el resultado es una respiración nasal ruidosa que suena como congestión nasal. Sin embargo, el bebé está bien y no parece preocuparse demasiado por su respiración ruidosa.
Por supuesto, los bebés también pueden resfriarse, pero eso estaría acompañado de secreción nasal y otros signos de enfermedad.