Los bebés se crean con un intestino que carece de ciertas enzimas para digerir cualquier cosa además de la fórmula o la leche materna.
A medida que crecen, sus entrañas comienzan a cambiar con el desarrollo. A los 6 meses, el intestino se cierra para que todo lo que no sea leche no haga daño. Sin embargo, algunos bebés necesitan más tiempo.
Después de que un bebé cumple uno, comienzan a producir una enzima para poder digerir alimentos sólidos y utilizarlos para la nutrición. El desarrollo significa que necesitan más alimentos sólidos que nutrientes líquidos y luego cambian.
Así como los bebés pasan de gatear a caminar, el desarrollo corporal cambia según la edad y las necesidades de nutrientes.