La diferencia fundamental en la estructura de precios en una sala de urgencias versus sala de emergencias tiene que ver con la posibilidad de facturar una “tarifa de instalación”.
En una atención urgente, la mayor parte de la visita se factura en forma de servicios profesionales prestados, también conocida como la “tarifa profesional”. Junto con la tarifa profesional, se reembolsan los servicios adicionales proporcionados, como medicamentos, radiografías, electrocardiogramas, etc. Sin embargo, el pago de estos solo está por encima del costo de administrarlos.
En un departamento de emergencias, por otro lado, el establecimiento también factura esta “tarifa de instalación” o “componente técnico” de la visita, que se paga a la instalación en reconocimiento de algunos de los costos mencionados en la otra publicación.
Una regla general es que la tarifa de la instalación oscila entre seis y 10 veces la cantidad facturada por la tarifa profesional.