No todos los altos se crean iguales, y las personas pueden experimentar el mismo medicamento de manera muy diferente. Nunca he disfrutado los efectos de los opiáceos, donde a mi marido no le gustaba nada mejor. Nunca tuve la experiencia en ellos que él hizo, y nunca me enganchó. Meth, LSD y MDMA fueron las únicas drogas que me dieron experiencias que ansiaba volver a tener, y fumar metanfetamina fue la única que me “enganchó”.
A pesar de lo que te dice la mayoría, la adicción no es principalmente de naturaleza física. Es la forma natural en que nuestros cerebros se “unen”, una sustitución de una experiencia inducida artificialmente por un deseo natural. Recomiendo encarecidamente libros como Chasing the Scream y The Biology of Desire para obtener una perspectiva mejor y más honesta sobre el tema.