Los tendones conectan nuestros músculos a nuestros huesos y permiten que nuestros músculos muevan nuestro cuerpo.
Los ligamentos conectan hueso con hueso y ayudan al cuerpo a moverse donde se supone que se mueve.
El cartílago actúa como la amortiguación para que este movimiento sea más suave (evita que el hueso se frote sobre el hueso) y absorbe la presión.