Era algo que había hecho un millón de veces, pero las estrellas se alinearon, y un tipo colisionó con mis piernas en el aire, y cuando mi mano tocó el suelo …
… Ya no era un jugador de baloncesto.
Estaba roto, en algo más que el sentido físico. El baloncesto ha sido mi refugio en todos los momentos oscuros que uno podría enfrentar entre las edades de 11-21.
Pero si no hubiera sido por esa muñeca rota, nunca hubiera encontrado mi verdadera vocación: el baile de salón.
El trabajo que me permitiría conocer a mi esposa, ser dueña de un negocio y utilizar todo lo que había estudiado en la escuela.
Tengo una cicatriz en mi muñeca por la cirugía. Aparentemente, una “muñeca con esguince” que en realidad está rota se debe atender un poco antes de los 8 meses después de que sucedió.
¿Quién es culpable en un accidente entre dos autos autónomos?
Si miente sobre un accidente que causó, ¿cuáles pueden ser los resultados?
Pero la cicatriz es mi constante recordatorio de que a veces la peor vida que nos puede traer es en realidad la puerta a algo espectacular.