La gota, aunque es relativamente rara en los reemplazos de articulaciones, puede presentarse como una artroplastia dolorosa aguda o crónica de rodilla o cadera. La gota y la infección aguda de un reemplazo de articulación pueden ser difíciles de diferenciar. Ambas afecciones pueden presentarse con un inicio rápido de dolor en las articulaciones, hinchazón, eritema y síntomas constitucionales, que incluyen fiebre y malestar general. La gota puede estar presente en una prótesis de rodilla o puede coexistir con artritis séptica. Los médicos que atienden a pacientes con articulaciones protésicas son conscientes de que puede producirse gota aguda en una articulación artificial y que el líquido de la prótesis articular aspirado debe analizarse de forma rutinaria para detectar cristales independientemente de los recuentos de leucocitos obtenidos.
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