Los tumores usan muchas estrategias para evadir la respuesta inmune del huésped, incluida la regulación a la baja o la inmunogenicidad débil de los antígenos diana y la creación de un entorno tumoral inmunosupresor. Las células T desempeñan un papel clave en la inmunidad mediada por células y, recientemente, las estrategias para modificar genéticamente las células T a través de la alteración de la especificidad del receptor de células T (TCR) o mediante la introducción de reconocimiento similar a anticuerpos en receptores de antígenos quiméricos (CAR) avances sustanciales. El potencial de estos enfoques ha sido demostrado en particular por el uso exitoso de células T genéticamente modificadas para tratar tumores malignos hematológicos de células B en ensayos clínicos. Este éxito clínico se refleja en el creciente número de asociaciones estratégicas en esta área que han atraído un alto nivel de inversión e involucran a grandes organizaciones farmacéuticas. Aunque ha aumentado nuestra comprensión de los factores que influyen en la seguridad y eficacia de estas terapias, persisten los desafíos para llevar la inmunoterapia genéticamente modificada a muchos pacientes con diferentes tipos de tumores. Estos desafíos van desde la selección de objetivos de antígenos y el tratamiento de cuestiones reglamentarias y de seguridad para navegar con éxito las rutas hacia el desarrollo comercial. Sin embargo, los alentadores datos clínicos, el progreso en la comprensión científica de la inmunología tumoral y las mejoras en la fabricación de productos celulares están avanzando en la traducción clínica de estas importantes inmunoterapias celulares.
Publicado por The Company of Biologists Ltd
Cell Therapy Catapult, 12th Floor Tower Wing, Guy’s Hospital, Great Maze Pond, Londres, SE1 9RT, Reino Unido. Natalie Mount