Dejando de lado la parte de la universidad médica, no soy un maestro para los pusilánimes. He enseñado arte para el nivel universitario anteriormente, y recibí comentarios sobre mis habilidades de enseñanza: básicamente, algunos de mis alumnos van a casa y lloran en sus almohadas al final del día.
Ahora, en mi vida diaria, puedo suavizar mis palabras y ser tan amable como todos los demás, pero en educación, al menos, no veo el sentido en mí de andarse por las ramas. Otros tutores evitan los sentimientos tiernos de sus alumnos al felicitarlos, criticarlos en sándwich y simplemente contarles historias de cómo están destinados a grandes cosas … Si tan solo arreglaran esta pequeña parte de este dibujo.
No tiene sentido. Nadie mejora una dieta de guiso tibio.
Para responder al hipotético: seré estricto con el trabajo, pero no con cosas como entregar el trabajo en el punto. El absentismo frecuente es el signo de falta de disciplina o genio, por lo que cosas así obtienen el hacha. Haré muchas bromas con y sobre los estudiantes.