La piel humana puede soportar una temperatura de aproximadamente 45 C sin quemarse. Su rodilla puede tolerar 47 C por alrededor de medio minuto. Por debajo de 20 C, las manos comienzan a sentir hormigueo. Se entumecen cuando la temperatura está por debajo de 12 C.
La piel humana no sería tan buena para juzgar la temperatura. Los estudios han demostrado que no somos tan buenos para medir la temperatura. Probablemente solo sabemos lo suficiente como para saber qué tan caliente debe ser una sustancia para que nos quememos, y qué frío tiene que ser para que nos entumezcamos.
Como muestran los ejemplos anteriores, usted podría estimar la temperatura si fuera extrema. Sin embargo, no es preciso.
