Si una célula reconoce que está de alguna manera dañada, puede desencadenar el proceso de apoptosis.
La apoptosis es la muerte celular programada; en otras palabras, suicidio celular.
La apoptosis ocurre cuando una célula se da cuenta de que está dañada y no puede continuar con su función normal. En lugar de correr el riesgo de propagar lo que está mal con las células hijas que resultaría de su división, la célula libera una variedad de proteínas que contribuyen a la muerte de la célula. Algunos, por ejemplo, cortan el ADN en fragmentos ininteligibles, mientras que otros perforan agujeros irreparables en la membrana celular.
Eventualmente, el cadáver de la célula será digerido por otra célula a través de la fagocitosis o “alimentación celular”.
