Los callos son la forma en que la piel se protege de la fricción crónica, por lo que lo primero que debe hacer es disminuir esa fricción. Por ejemplo, si una persona levanta pesas en el gimnasio, los callos se acumularán naturalmente en las palmas. El uso de guantes ayudará a proteger la piel.
Cuando el callo ya está presente, además de proteger la piel, usar una crema o ungüento que contenga alfa o beta hidroxiácidos (lactato de amonio o ácido salicílico) regularmente ayudará a suavizar el callo.
Debes asegurarte de que no eres alérgico a ninguno de los ingredientes. El ácido salicílico está relacionado con la aspirina.