Tenemos aproximadamente 10 billones de células en nuestro cuerpo y cada segundo se forman 5 millones de células nuevas para mantener vivo al organismo (es decir, a nosotros). Entonces, cuando te jubiles, todas tus celdas han sido reemplazadas. Esto es esencial para cada forma de vida en la Tierra; las células tienen que dividirse para reemplazar las células viejas y dañadas. Cada célula tiene una vida útil limitada cuya razón todavía no se comprende por completo. Se cree que este mecanismo protege al organismo del cáncer al matar las células que no funcionan bien. De lo contrario, las células que funcionan mal podrían volverse dominantes (por mitosis) y provocar la muerte de todo el organismo. Las investigaciones están estudiando la muerte celular programada muy de cerca porque puede ser una clave para entender por qué envejecemos. Cada cromosoma contiene una región telomérica en los extremos del cromosoma. Los telómeros se acortan cada vez que la célula se divide y cuando se agotan, la célula no puede dividirse más. Si las células pudieran dividirse ilimitadamente, eventualmente causaría cáncer. Esto se debe a que cada vez que la célula se divide, podría causar una mutación en su ADN. Las células pueden asegurar y corregir estos errores, pero hay tantas células que estadísticamente siempre habrá mutaciones. Creo que estamos bastante lejos de tener una solución biológica para esto.
Los humanos siempre han soñado con la inmortalidad. Creo que este sueño delirante se basa en el miedo a la muerte: tememos ser inexistentes, queremos existir. Es cierto que siendo inmortal, una contribución humana podría ser mucho más grande. En este tiempo limitado, debemos equilibrar y priorizar nuestras vidas. Desafortunadamente, la vida funciona así. Nada dura para siempre, ni siquiera nuestra vida.