Sí. Los glucocorticoides suprimen muchas de las funciones del sistema inmune, pero esto no es necesariamente algo malo. Podría ser útil en casos de trastornos autoinmunes e inflamaciones virales fulminantes (entre otros). ¡Todos los médicos se han maravillado de sus curas!
Sin embargo, hemos sido testigos de sus males, también. Muchos pacientes preferirían morir antes que perder sus efectos maravillosos (incluidos los psicotrópicos). Una molécula de “cara de Janus”, como nos enseñaron en farmacología.
Por cierto, el tratamiento homeopático no está exento de enfermedades. Nunca me arriesgo a dar remedios homeopáticos a pacientes con exacerbaciones autoinmunes. ¿Quiero arriesgarme a aumentar sus síntomas? ¿No sería más seguro controlar el ataque autoinmune en sus tejidos con glucocorticoides y después de la remisión, disminuirlos y pasar a la homeopatía o la acupuntura para evitar nuevos brotes?
Para mí esto es “medicina científica”. ¡Las herramientas no hacen al artesano! He visto doctores practicando “medicina no científica” con glucocorticoides (muchas veces, desafortunadamente) y doctores practicando “medicina científica” con remedios homeopáticos. Y viceversa, fuera de curso.