El consumo de sal es un factor de riesgo bien reconocido para la osteoporosis porque induce la calciuria, pero los efectos de la sal sobre el metabolismo del calcio y el impacto potencial sobre la salud ósea en mujeres posmenopáusicas no se han caracterizado completamente. Este estudio investigó los mecanismos de adaptación en respuesta a los cambios en la ingesta de sal y calcio en mujeres posmenopáusicas.
La cantidad diaria recomendada en el mundo no es más de 6 gramos por día; la ingesta promedio de sal actual es de 8,6 g de sal por día, aunque muchas personas están comiendo más que esto.
Las personas con riesgo de osteoporosis o que se considera que tienen riesgo de padecerla deben asegurarse de mantener su ingesta de sal por debajo del máximo recomendado de 6 g. Esto se puede lograr mediante simples cambios, como consumir menos alimentos procesados y verificar las etiquetas de los productos antes de comprarlos. El consumo de productos lácteos bajos en sal, como la leche, también ayudará a mantener la masa ósea. Se cree que la cafeína y las bebidas gaseosas reducen la masa ósea y, por lo tanto, deben reducirse al mínimo. Un aumento en la vitamina D, zinc y cobre también puede ayudar