En su mayoría, la gente simplemente asume: “Tengo razón, y todas las opiniones contradictorias son erróneas. Si las personas no cambian a mi manera, ciertamente no cambiaré a la suya. Si no cambian, deben ser detenidas, porque son una amenaza para la sociedad “. La mayoría de las personas se niegan a aceptar nuevas ideas o consideran las contradicciones a sus creencias actuales, y por lo tanto asumen que ellos mismos tienen razón, y todos los demás están equivocados. Esto sucede tanto a pequeña escala como a gran escala. Suponemos que porque están equivocados, son un error que debemos corregir. Si no podemos “arreglarlos”, se los considera peligrosos. El peligroso debe ser destruido.
La gente comienza guerras porque un lado (o ambos) piensa que es mejor / más sabio / más civilizado que el otro.
