Cada aspecto del cuerpo humano está limitado por los umbrales físicos de los músculos, los huesos y los tejidos, por las barreras psicológicas que establecemos como estándar para la normalidad y por las premisas filosóficas que fuerzan a nuestra realidad a ser categorizada. Cada acto físico se vuelve ilimitado dentro del rango de movimiento que es capaz cuando una disciplina rigurosa y habilidades naturales crean nuevas complejidades nunca antes concebidas. Y avenidas ilimitadas de esperanza todos los días cuando el dolor de otra persona produce un desafío que todos deben conquistar.
Un hombre sin movimiento puede comunicar el infinito infinito de tiempo a través de una computadora cuyo software se activa mediante un rayo infrarrojo montado en el borde de sus lentes que intercepta el movimiento de las mejillas.
Las piernas que están lisiadas por la espondilosis y la lesión aguda ahora ven un futuro de movimiento con las patas del exoesqueleto biónico.
Los hombres que no pueden volar y no tienen plumas se deslizan por los picos de las montañas a 1oo km / h por la aerodinámica del traje de alas.
Donde el propio Harry Houdini era una súper persona de habilidades extraordinarias, aguantando la respiración por poco más de 3 minutos, el récord actual se sitúa en 22 minutos y 22 segundos mostrando nuestra ilimitada falta de respeto por las limitaciones.
