Me diagnosticaron Síndrome de Fatiga Crónica cuando era niño y, como resultado, nunca puedo donar sangre. ¿Por qué?

Algunos médicos consideran que algunas de las infecciones virales o bacterianas crónicas causarían el síndrome de fatiga crónica. Si esto fuera cierto, su sangre podría contener agentes infecciosos (virus, bacterias) que podrían causar una infección en el receptor de su sangre, aunque es probable que su sistema inmune maneje estos virus o bacterias por usted. Es una precaución de la medicina conservadora, pero todavía no sabemos con certeza todas las causas del síndrome de fatiga crónica. No te preocupes por eso Seguir viviendo. Si tiene problemas con esto en el futuro, consulte a un naturópata para obtener una segunda opinión.

Como se desconoce la causa del SFC, existe una buena posibilidad de que sea infeccioso. Entonces, la razón es para prevenir la propagación de la enfermedad en caso de que exista una causa infecciosa desconocida, como virus y bacterias.

Se cree que mi fatiga crónica vino, como veo a otra persona, por haber tenido una infección en mi adolescencia, específicamente “mono”.

Pero, definitivamente, verificaría esto con la Cruz Roja y su médico (si aún no lo hizo). No estoy seguro de cuán definitiva es esta creencia y puedo ver que la Cruz Roja tiene una gran necesidad.

¡La mejor de las suertes!

Dado que actualmente nadie sabe qué causa el SFC, es imposible saber si su sangre podría contagiar a una persona sana. Como alguien con EM / SFC, le recomiendo encarecidamente que no comparta su sangre hasta que se conozca la causa real de la misma. No es necesario que propaguemos esta enfermedad, que puede ser mortal, para cualquiera que la haya evitado.

En un momento dado, quería donar médula ósea porque es muy necesario. Hablé con una mujer muy amable de la organización a la que iba a donar, que me dijeron a regañadientes que no podían tomar mi médula debido al EM / SFC. Sospecho que si hablas con la Cruz Roja, te dirían lo mismo.

Es maravilloso que quieras ayudar, pero por ahora, recomendaría encarecidamente buscar otra forma de servir. Si alguien está lo suficientemente enfermo o lesionado como para necesitar sangre (o médula ósea) lo último que necesita es recibir otra enfermedad además de cualquier otra cosa que esté mal.