El prepucio protege la cabeza del pene. Su movimiento de deslizamiento hacia adelante y hacia atrás como una manga permite que el pene entre suavemente y sin dolor. Mantiene la humedad en la vagina, en lugar de que la cabeza la saque. Tiene algunos fantásticos conjuntos de nervios, que registran diferentes sensaciones. El frenillo quiere estirarse, lo que hace que un hombre quiera empujar, y sirve como disparador, diciéndole cuándo eyacular. Un tirón en el prepucio inferior hace a la mayoría de los hombres duros como una roca. El prepucio interno es mucho más sensible que la cabeza. La banda surcada, donde se unen el prepucio interno y externo, es muy sensible al tacto.
Evita que el meato, la abertura urinaria, se queme y cicatrice con ácido úrico en los bebés. Sin esa protección, muchos niños desarrollan estenosis meatal, a medida que el orificio se hace más pequeño y más estrecho. También mantiene el pene libre de heces internamente.
También hace que la masturbación sea mucho más divertida. Agrega mucha variedad al sexo. No hay palabras para describir cómo se siente una lengua debajo de ella.
