Oh, cariño, no!
El único hombre al que debes correr es el hombre de helado.
Suelta a este burro muerto y ve y concéntrate en ser tú, tu ser fabuloso.
Si le agradas, se abrirá camino hasta tu puerta, pero no pierdas el tiempo golpeando a alguien que no valga la pena derramar “lágrimas”.