No es malo decirlo, pero no necesita ser dicho. Todas las personas con Síndrome de Down que he conocido (muchos) saben perfectamente que no pueden ser médicos. Casi todos se gradúan con un diploma de educación especial, lo que significa que completaron los cursos que eran capaces de hacer. Estos incluyen cómo contar el dinero, decir la hora, lavar la ropa, preparar comidas simples, comprar alimentos y tomar el transporte público.
Las personas con Síndrome de Down tienen sus talentos y debilidades únicos, al igual que todos nosotros. La mayoría puede trabajar en un ambiente de taller protegido. Algunos son capaces de mantener un empleo remunerado de forma independiente, realizando simples tareas de rutina, como mesas de autobús, embolsar víveres o saludar a los clientes. Hay casos raros de personas con SD que han tenido éxito en carreras mucho más exigentes, pero tales casos son la excepción, no la regla.