La clonación es una forma de reproducción asexual, donde los descendientes son genéticamente idénticos a los padres. Por sí mismo, carece de la diversidad producida por la reproducción sexual. Una población sin variación es vulnerable a la extinción debido a un entorno cambiante. Sin embargo, muchos organismos participan en la reproducción asexual porque es una manera rápida de poblar, y cuando una composición genética particular es exitosa, es una buena estrategia. Pero la diversidad genética, a pesar de su costo, es importante y debe introducirse periódicamente. Entonces, muchos organismos se alternan entre estas dos estrategias reproductivas, beneficiándose de ambos, cada uno hasta cierto punto, moldeado por la evolución, que se adapta de manera óptima a sus circunstancias individuales.
Los humanos nunca han tenido esta opción antes. La evolución ha producido una amplia gama de estrategias reproductivas entre sus organismos vivos. Tal vez la clonación no vaya a ninguna parte, y tal vez cause nuestra extinción. Pero podría convertirse en una parte natural de nuestro ciclo de vida, aunque, lejos de ser humano podríamos estarlo, días realmente extraños.