(1) Permite que el agua ingrese rápidamente a la célula objetivo, que puede hincharse y romperse.
(2) Permite que los contenidos de las células escapen, lo que provoca la muerte de la célula.
(3) Crea una apertura que permite que las enzimas proteolíticas llamen granzimas a la célula objetivo, y la destruyen desde dentro al degradar sus proteínas.