Mi padre (un médico) y yo cada uno rompimos una ACL con un mes de diferencia. He congelado la mía, la envolví, me hice la cirugía de reconstrucción y realicé meses de fisioterapia para recuperar la forma de la pierna.
Mi papá ni siquiera se molestó en helar la rodilla después de la lesión, y mucho menos en someterse a cirugía o hacer una hora de PT todos los días durante meses. Usaba un corsé y usaba un bastón para moverse (también se fracturó la cabeza de la tibia) y luego volvió a jugar al hockey con una rodilla completamente inestable.
Pesadilla del cirujano ortopédico