La cuarentena fue efectiva, al igual que las comunicaciones públicas, al menos en el área de Toronto, que alertó al público sobre la necesidad de “distanciamiento”, especialmente si habían estado presentes en uno de los dos hospitales involucrados en los casos. Se informó al público durante las frecuentes conferencias de prensa de los últimos hallazgos, ocurrencias y resultados de laboratorio. La enfermedad nunca estuvo fuera de control en la comunidad, como lo fue en un grado limitado en el desarrollo de viviendas en Hong Kong.
La cuarentena fue un período de 10 días de “estadía en casa” autoimpuesto para cualquier persona que haya estado en contacto con los hospitales involucrados, y este “distanciamiento social” se considera responsable de la contención.
En Toronto, los casos secundarios se limitaron esencialmente a: miembros de la familia que habían estado cerca del caso al principio, pacientes del hospital en la misma habitación (antes de que alguien sospechara un nuevo agente infeccioso) y tristemente, personal médico de primera línea, que inicialmente no tenía idea de que este era un virus nuevo y bastante peligroso.
A lo largo de la epidemia, se descubrió que cada caso nuevo tenía una clara exposición a otro caso. Los casos “aislados”, sin una vinculación obvia con los casos conocidos, hubieran sido una pesadilla, lo que significa que hubo un número desconocido de contactos, muchos de los cuales tal vez estaban incubando la enfermedad.
En Hong Kong, se observó una curiosa asociación entre casos en un edificio de apartamentos de gran altura en el distrito de Amoy Gardens. Los varios casos entre los residentes estaban apilados uno encima del otro en una esquina del edificio. Esto no podría explicarse en términos de edificios de apartamentos norteamericanos en los que los ascensores centrales trajeron gente a cada piso. Los apartamentos HK están construidos con 2, 3 o 4 elevadores, cada uno en una esquina o en un lateral del edificio, y cada uno de ellos se abre a solo 2 o 3 apartamentos en cada piso. Por lo tanto, si un caso usara el elevador, las únicas personas expuestas serían personas en unidades en ese mismo lado o esquina del edificio.
La densidad de población en HK probablemente también contribuyó a una diseminación más amplia, así como a los movimientos del caso índice inicial que habían llegado del suroeste de China muchos días antes de que las autoridades de salud incluso sospecharan que había un nuevo agente viral entre ellos. No se establecieron medidas de precaución en ese momento, pero las infecciones ya se estaban produciendo en el hotel donde permaneció en el mismo piso que las personas que iban a regresar a Vancouver, Toronto y Taiwan al día siguiente.
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Dato interesante …… El caso índice se mantuvo en el noveno piso. Habitación 911.
