Estrictamente hablando, abrir una casa a cualquiera que necesite refugio es algo cristiano que hacer.
Sin embargo, se espera que ejercitemos cierta sabiduría en todos nuestros tratos con los demás. Junto con la directiva “Cuando era un extraño y me aceptaste”, también está el “Sé prudente como las serpientes y gentil como las palomas”.
Algunas personas son más peligrosas que otras y pueden causar más problemas que otras. Creo que antes de elegir abrir su casa a un extraño, debe considerar lo siguiente:
- Tu seguridad personal ¿Están seguros usted y su familia con estas personas en su hogar? Los usuarios de drogas son personas de riesgo con las que vivir: las drogas pueden hacer que las personas hagan cosas como robar, atacar o lastimar a otros o causar la destrucción de la propiedad. Sus acompañantes también son personas que corren el riesgo de tenerlo también. Usted tiene la obligación de proteger su hogar. Y no sabes nada de estas personas; podrían ser asesinos por lo que sabes.
- El ejemplo que tales personas están poniendo. si tienes hijos en tu hogar que estás criando en la fe, entonces tienes que ser consciente del comportamiento que van a presenciar, y cómo vas a lidiar con eso. Si permite el uso de drogas sin enseñarles ni explicarles a sus hijos los peligros y riesgos del consumo de drogas, el mensaje que podrían obtener es que todo está bien y que no hay consecuencias derivadas de dicho comportamiento.
- Su propia responsabilidad. Como está permitiendo el uso de drogas en su propiedad y lo sabe, podría haber problemas de responsabilidad legal. Si la ley se entera de lo que está sucediendo, podría ser responsable de todo, desde una multa hasta la cárcel, sin mencionar la posibilidad de ser demandado si alguien se lastima, muere, hiere o mata a alguien, o daña la propiedad como una resultado de que estos muchachos están tomando drogas. Esto no incluye el daño que estas personas podrían hacerle a su propiedad por el que tendrían que hacerse cargo del costo de las reparaciones, ya que al admitirlas no tienen nada.
Personalmente, no haría esto. Los ayudaría a encontrar un refugio, y los enviaría allí, o les daría dinero para un lugar donde quedarse si lo tienen y se conmovió a hacerlo. Pero recuerda: no todas las personas que conoces son personas a las que debes arriesgar estar cerca.