El aire residual en los pulmones se denomina “volumen residual”.
Es el aire que permanece en los pulmones después de la máxima exhalación. No importa cuánto uno lo intente, el volumen residual no puede eliminarse.
Y es así por buenas razones.
En primer lugar, evita que los pulmones colapsen después de cada respiración. Imagina un globo desinflado.
Si tuviera la tarea de inflarlo, ¿cuánto esfuerzo se necesitaría para superar la resistencia inicial y soplar solo una pequeña cantidad de aire? La respuesta es MUCHO esfuerzo.
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El balón desinflado es análogo a un pulmón colapsado. Si no fuera por el volumen residual, la iniciación de cada respiración requeriría un gran esfuerzo. El aumento del trabajo de respiración aumentaría simultáneamente los requisitos de energía. ¡Seríamos probados solo por respirar!
En segundo lugar, el volumen residual mantiene los pulmones ventilados entre respiraciones consecutivas. El intercambio de oxígeno y dióxido de carbono ocurre entre el final de la espiración y el comienzo de la próxima inspiración.
Puede parecer innecesario ya que el lapso de tiempo entre respiraciones consecutivas es apenas un segundo, pero el intercambio continuo de gases hace que el sistema respiratorio sea mucho más eficiente.
Los pulmones adultos generalmente tienen alrededor de 1.1 – 1.2 litros de volumen residual.