Unos días más o menos.
Mi esposa tuvo que ingresar al hospital cuando estaba embarazada de nuestro segundo hijo. El embarazo duró solo una semana, pero tenía náuseas y dolor intensos.
Hicieron una ecografía transvaginal, para verificar lo que estaba pasando adentro. La imagen con estos no tiene nada que ver con los ultrasonidos típicos que ves en la televisión, donde puedes distinguir una cabeza o una pierna. No, hasta ahora no puedes ver nada parecido a lo que esperarías ver.
Ella tuvo el procedimiento y regresó a su habitación. Tuve que quedarme en casa con nuestro primer hijo, que tenía solo unos 10 meses de edad, por lo que se relajaba sola, trataba de mirar televisión y se concentraba en no vomitar.
La enfermera entró, muy emocionada, casi mareada. Mi esposa se preguntaba: ¿Qué demonios? ¿Por qué estás tan emocionado de que me sienta como una mierda?
La enfermera dijo: “¿Te dijeron los resultados del ultrasonido?” Mi esposa pensó para sí misma: ¿Resultados? ¿Qué resultados? Qué significa eso? “No”, ella respondió en voz alta.
¿Qué es un grupo sanguíneo “privado”?
¿Qué tan seguro es tragar el semen de un hombre?
¿Por qué comienzo a sudar y temblar cuando presento aunque no estoy nervioso?
¿Cuál fue la “enfermedad del sudor” que mató al Príncipe Arturo?
Si me tiraba un pedo y no había nadie cerca para escucharlo, ¿me tiraba un pedo?
La enfermera dijo: Espera, iré a ver si puedo dártelos. Y ella se fue corriendo.
Ella regresó unos 10 minutos más tarde y le entregó a mi esposa una hoja de papel, todos sonríen, “¡Felicidades!” Y se saltaron de la habitación.
Mi esposa se lo leyó a ella misma:
Embrión A, edad gestacional de 12 días, bla, bla, bla …
Embrión B, edad gestacional 15 días, bla, bla, bla …
HUH? 2 embriones?
Y así es como descubrimos que teníamos gemelos.
En cualquier caso, el punto de esa historia fue que fueron capaces de determinar en esa etapa que los dos embriones se fertilizaron con varios días de diferencia en función de su crecimiento, ya que todo sucede a una tasa bastante estándar en esa etapa.