Las células bacterianas son muy buenas para realizar todas las funciones necesarias para la vida. Todavía prosperan cuando crecen juntos en colonias.
Las células eucariotas (incluida la nuestra) han evolucionado para interactuar y realizar funciones específicas para todo el sistema. Es esta interacción (apoyo) la que ha permitido que las especies vivientes evolucionen hasta hoy.
Ahora estamos experimentando la evolución cultural de forma análoga: realizamos diferentes funciones dentro de todo el sistema, incluidas las funciones de soporte. Una persona podría existir sola, pero no tendría lenguaje, por ejemplo.