Hay esperanzas de vida microbiana en Marte, y también en la alta atmósfera de Venus. Y en algunas de las lunas de los gigantes gaseosos.
La misión Europa Multiple-Flyby está actualmente planeada para incluir un módulo de aterrizaje que verificará los materiales orgánicos en la superficie. La vida real se espera solo a mayor profundidad, pero podría haber dejado huellas.