La postura del cuerpo es mantenida por varios músculos tales como los músculos de la espalda, los muslos, las pantorrillas, etc. La actividad muscular está coordinada por la región cerebelosa del cerebro.
Cuando se consume alcohol, no se metaboliza al instante, el metabolismo es lento, por lo que el alcohol se absorbe en el torrente sanguíneo. Esta sangre cargada de alcohol se circula en varias partes del cuerpo, incluido el cerebro. El cerebro es un órgano complejo que controla todos los sistemas vitales del cuerpo, incluidas las emociones, la memoria, el movimiento, etc. Estos sistemas cerebrales múltiples se comunican entre sí a través de un billón de pequeñas células nerviosas llamadas neuronas. Las neuronas en el cerebro traducen la información en señales eléctricas y químicas que el cerebro puede entender. También envían mensajes desde el cerebro al resto del cuerpo.
Las sustancias químicas llamadas neurotransmisores transportan mensajes entre las neuronas. Dependiendo del tipo y la cantidad de neurotransmisor, estos productos químicos pueden intensificar o minimizar las respuestas de su cuerpo, sus sentimientos y su estado de ánimo. El cerebro trabaja para equilibrar los neurotransmisores que aceleran las cosas con los que ralentizan las cosas para mantener su cuerpo funcionando al ritmo adecuado.
Las moléculas de alcohol se combinan con el sitio receptor de estos neurotransmisores y aumentan, disminuyen o bloquean su actividad y así es como interrumpe la actividad neuronal.
Sabemos que el cerebelo es responsable de la coordinación muscular, por lo que cuando el alcohol afecta a los neurotransmisores de esta región, la coordinación muscular se ve obstaculizada y el mantenimiento de la postura se vuelve difícil.
Y no solo la postura, incluso la forma normal de caminar y hablar se ve interrumpida.