Esto ocurre con bastante frecuencia, ya que la cirugía generalmente se realiza para tratar anormalidades identificadas en imágenes (tomografía computarizada, resonancia magnética, etc.) y no para causas clínicamente diagnosticadas.
¡La mayoría de las veces, las anormalidades observadas en las imágenes NO SON la causa del dolor de espalda! La causa y la fuente del dolor generalmente se identifican mediante una buena historia y un examen clínico.
La mayoría de los dolores de espalda (~ 90%) se pueden tratar con medidas conservadoras. Alrededor del 9% requerirá algún tipo de intervención, como bloques, y el <1% restante necesita cirugía.
Cuando se realiza una cirugía para una afección que no es la causa del dolor, es natural, que el dolor no se tratará o empeorará después de la cirugía.
El campo de la medicina para el dolor crónico ha visto un gran progreso y una mejor comprensión de los mecanismos del dolor en los últimos años. ¡Es una lástima que una asignatura así no forme parte del currículum médico básico!
Será muy sabio que los pacientes visiten a un médico especialista en dolor antes de iniciar cualquier cirugía de espalda, a menos que sea una emergencia.