Sí lo son.
Las uñas están hechas de queratina, un tipo de proteína, por lo que es biodegradable. Sin embargo, la queratina es uno de los lados más difíciles de las proteínas y tarda mucho tiempo en descomponerse.
Por ejemplo, el cabello humano y las uñas a veces se encuentran en excavaciones arqueológicas, pero no universalmente. Las uñas humanas se desintegran más rápido o más lento dependiendo del medio ambiente y la presencia de microorganismos relevantes.