La piel grasa es causada por hormonas (afectadas por nuestra dieta) y genética. Las personas con piel propensa al acné a menudo son particularmente sensibles a esas hormonas, principalmente andrógenos (grupo de testosterona).
La testosterona de la sangre se convierte en la piel en una forma mucho más potente, llamada dihidrotestosterona (DHT). DHT es la hormona que obliga a las glándulas productoras de sebo en su piel a producir más sebo (¡piel hello hello!).
Esto está relacionado con lo que comemos de varias maneras, principalmente con los niveles de azúcar e insulina.
Cuando comemos alimentos azucarados, el azúcar en la sangre aumenta, el páncreas bombea insulina a la sangre, lo que indica a las células que tomen ese azúcar y lo almacenen.
Esta el aumento en la insulina también aumenta el factor de crecimiento de insulina 1 (IGF-1). Ambas hormonas aumentan la testosterona, que luego se convierte en DHT en la piel, por lo que es grasosa.
Además, la resistencia a la insulina, el estado en el cual las células no son lo suficientemente sensibles a la insulina entrante, agrava la piel grasa porque hace que el páncreas bombee aún más insulina.
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Se ha demostrado científicamente que el consumo de aceites vegetales estándar, como el girasol o el aceite de canola, empeora la resistencia a la insulina, empeorando aún más la piel grasa.
Sin embargo, hay varios tratamientos naturales disponibles, para los cuales hay evidencia científica de que funcionan, todos los cuales escribí en mi última publicación en el blog: Cómo deshacerse de la piel grasa – 5 pasos de acción.