Las células que requieren oxígeno para varios procesos (p. Ej., Respiración aeróbica) pueden quedar privadas de oxígeno si no se repone su suministro de oxígeno. Esto ralentizará y eventualmente detendrá cualquier proceso que requiera un suministro de oxígeno, lo que provocará el cese de la función y posiblemente la muerte celular.
La depleción de oxígeno puede ocurrir en una variedad de formas. Por ejemplo, las células en el cuerpo humano pueden quedar privadas de oxígeno si la respiración se detiene o se interrumpe, o si algo interrumpe el funcionamiento normal del sistema circulatorio. Desde una perspectiva bacteriana, el agotamiento de oxígeno puede ocurrir en una escala local muy pequeña, en sedimentos o suelos, por ejemplo.