No se sabe cómo hacer esto. El mejor enfoque hasta ahora, utilizado para los tratamientos de radiación con Rayos Gamma, es tener el haz gamma generado por una fuente giratoria que se mueve alrededor del cuerpo, siempre dirigida al punto de (por ejemplo) un tumor. La idea es que el tumor reciba una dosis completa, pero los tejidos circundantes reciben una dosis menor y no se dañan tanto.
En la alternativa, algunos tipos de radioterapia inyectan o hacen que el paciente beba un “cóctel” radioactivo que es de un material que tiende a concentrarse en el tumor. Este esquema irradia “desde adentro” en lugar de desde el exterior. Funciona mejor con radiación de corto alcance, como alfa o beta, que, estrictamente hablando, no son en absoluto ondas electromagnéticas.