Nada.
Esos perros en realidad son recompensados con cosas que no son comida, que aman más que a nada en el mundo.
Los entrenadores de esos perros y, por extensión, los perros, son mucho más inteligentes que cualquier persona que contrate.
Los perros no son mascotas, y también están entrenados para no aceptar golosinas ni alimentos de nadie sin el permiso de su guía. Son muy queridos y tienen vidas felices, pero no son como perros normales.
Tampoco puedes tentar a un Navy Seal con un cupcake.