Antes que nada, no existe el “OCD”. El trastorno obsesivo compulsivo, o TOC, para abreviar, es un trastorno mental que hace que una persona tenga pensamientos caóticos e intrusivos (pensamientos perturbadores o alarmantes que no tienen un origen claro). Para compensar, las personas con TOC desarrollan hábitos u obsesiones, generalmente los que parecen ridículos para las personas neuronormales, como una forma de controlar el caos. Creen que si no mantienen estos comportamientos, como encender y apagar la luz 4 veces, o evitar grietas en las aceras, o comer dos huevos revueltos cada mañana para el desayuno, algo horrible sucederá.
Estos trastornos pueden afectar el cuerpo físico y lo hacen. El estrés por ansiedad o TOC puede causar problemas cardíacos, así como vómitos, náuseas, dolores de cabeza, migrañas, fatiga y varios otros síntomas. El TOC puede causar que una persona se rasque y pique de manera obsesiva, causando heridas abiertas que provocan infección. Las personas con estos trastornos también tienden a preocuparse menos por su propia seguridad y es más probable que participen en conductas de riesgo.