¿Qué te ha enseñado el LSD (o los psicodélicos en general)?

Mi primer viaje con LSD y los siguientes días fueron como pasar por 1000 sesiones de psicoanálisis, excepto que no había ningún psiquiatra involucrado. Por supuesto, no en un sentido de bla-bla hablando o pensando en mí mismo, sino en términos de ideas reales sobre mi pasado y presente. Fueron invaluables y el viaje en sí fue absolutamente inolvidable.

Algunos de los siguientes viajes también me inspiraron a escribir música. No es que fuera algo inesperado: siempre soñé con ser un músico, pero la presión social / familiar por hacer algo “más serio” siempre estaba tomando el control. Excepto después de uno de mis viajes, me di cuenta de que nunca es tarde para hacer de la música un pasatiempo. Fue increíblemente fácil comenzar a escribir música, y atribuyo este coraje inicial al LSD.

Y, por supuesto, tuve un mal viaje una vez. Probablemente no sea necesario describir cuán malo puede ser un mal viaje. No obstante, las secuelas revelaron algunas ideas psicológicas más sobre mis problemas internos. Me salvó otras 100 sesiones de análisis, supongo 😉

Han pasado años desde mi última vez con LSD, y estoy completamente bien sin eso. Sin embargo, experimentaría con algunos de los “hermanos” como DMT … o tal vez no.