Sí, probé etilfenidato, que produce efectos similares a la combinación de alcohol y metilfenidato cuando se insufla (inhala).
Me quemó la nariz como Drano y creó una perturbadora compulsión para volver a tomarla (como la cocaína).
Pero entregó lo que prometió en términos de efectos.
Nunca volvería a hacerlo por temor a dañar mis fosas nasales.